Una casa para estudiantes de bajos recursos

Creado en 2017, el programa Residencia Estudiantil Universitaria del CUNorte ha beneficiado a 300 personas con alojamiento gratuito

Proporcionar alojamiento que reduzca gastos, así como generar condiciones que contribuyan al óptimo rendimiento escolar del alumnado y abatir los niveles de deserción, constituyen algunos de los objetivos que tiene la Casa del Estudiante que opera el Centro Universitario del Norte (CUNorte), afirmó Magdalena Orozco Vega, responsable de dicha estancia.

El medio para lograr tales objetivos es el programa Residencia Estudiantil Universitaria, que beneficia a alumnos de escasos recursos económicos, y que inició formalmente este 2018 B con ocho alumnos alojados. El plan para el próximo semestre es incrementar a 100 el número de miembros de la comunidad estudiantil favorecidos con hospedaje.

Los apoyados tienen origen mestizo y wixárika. Algunos son originarios de Tuxpan de Bolaños, Mesa del Tirador, Villa Guerrero, Teúl de González Ortega (en Zacatecas), entre otras comunidades y municipios.

Para ser beneficiados gratuitamente con el hospedaje y los servicios que hay en la casa a través del programa Residencia Estudiantil Universitaria, los alumnos interesados tienen que llenar los requisitos de una convocatoria lanzada cada semestre, y entre los cuales figura demostrar vulnerabilidad socioeconómica y ser alumno activo del CUNorte.

La primera convocatoria fue lanzada el 25 de julio de 2018 y cerró el 9 de septiembre del mismo año.

Con el Programa Residencia Estudiantil Universitaria se ha beneficiado a alrededor del 5 por ciento de los favorecidos por Casa Universitaria durante este año, es decir 177.

 

Historia de la Casa Universitaria

La Casa Universitaria abrió el 19 de junio de 2017 y fue creada con base en las características económicas y sociales del Norte de Jalisco, que hacen de esta región una de las zonas con mayor índice de marginación y pobreza.

El sector de la población con mayor vulnerabilidad es el de los jóvenes en edad escolar, particularmente los que pertenecen a las comunidades wixaritari, asentadas en los municipios de Bolaños, Mezquitic y Huejuquilla el Alto.

Fue el ayuntamiento de Colotlán el que cedió en comodato al CUNorte un inmueble localizado en Santiago Tlatelolco —contiguo a las instalaciones del Centro—, en el que se ubicó la casa.

Hasta ahora ha proporcionado alojamiento a estudiantes que hacen estancias cortas en CUNorte, aspirantes de origen indígena que acuden al Centro a efectuar su examen de admisión para ingresar a alguna licenciatura y estudiantes de otras universidades que acuden al Centro Universitario a realizar estancias cortas.

“Hemos tenido alumnos de la Red de Antropología, de la Universidad de Guanajuato y la de Chapingo, además de los beneficiados con el Programa Residencia Estudiantil”. Han sido alrededor de 300 personas las que se han hospedado en la casa desde 2017, explicó Orozco Vega.

En total hay ocho departamentos en la casa: cuatro distribuidos en el módulo A, igual número en el C, dotados de baño y regadera.

El módulo B consta de dos dormitorios, cocina comedor, un área de baño y el cuarto de lavado.

La finca está dotada, además, con internet, electricidad, gas y dos lavadoras: una semi industrial y otra doméstica.

“Los estudiantes llevan sus alimentos. Cuentan con refrigerador para conservarlos y pueden cocinarlos en la casa”, explicó Orozco Vega.

No hay computadoras, pero el estudiantado tiene la opción de solicitar una en préstamo en el CUNorte.

 

Proyectos a futuro

Uno de los planes para la casa en 2019, es promover en sus instalaciones la movilidad por medio de bicicletas prestadas por el Centro Universitario. Otro proyecto es abrir talleres de nutrición, enfocados a inculcar hábitos alimenticios saludables que ayuden en el rendimiento académico.

Se quiere también dar asesorías psicológicas y talleres de huertos urbanos para que el alumnado aproveche los espacios verdes y cultive sus propios alimentos. Un propósito es adquirir equipamiento para implementar el uso de energías renovables en la casa.

El objetivo es que el estudiantado ahí alojado se involucre en actividades deportivas, culturales y sustentables, concluyó Orozco Vega.

 

 

Texto: Martha Eva Loera. La Gaceta UdeG  

Fotografía: Hilda Becerra